Estimados lectores:
Pocas personas poseen información sobre qué es el llamado "El Homúnculo de Penfield" pues es un nombre que no se escucha todos los días. En esta entrada hablaré un poco sobre ello, la definición, la invención y otras cosas por el estilo. Espero que les guste.
El homúnculo de Penfield es básicamente un mapa de la corteza cerebral donde se muestra que cada órgano y sentido del cuerpo posee su lugar en el cerebro, de modo que si el cerebro recibe un estímulo en cierta parte de su corteza, se activará la parte del cuerpo a la cual pertenezca esa parte del cerebro.
El homúnculo fue descubierto por el neurocirujano Wilder Penfield, de quien ya hablamos anteriormente, que inició una investigación sobre el cerebro pues era un tema muy poco desarrollado en su época y ya que le llamaba la atención las investigaciones que se hacían respecto a este tema.
En el mapa se muestran partes del cuerpo que tienen un mayor tamaño al que deberían en una persona normal. Ésto se debe a que en la corteza cerebral el espacio correspondiente a cada órgano está definido por la sensibilidad del tejido y no por su tamaño.
El mapa cerebral ayudó mucho a los neurocirujanos porque hasta hace unos años, la única forma de saber que parte de la corteza del cerebro estaba dañada era utilizando pequeños impulsos eléctricos, que utilizados en diferentes regiones del cerebro hacían que el paciente tuviera diferentes sensaciones dependiendo del grado de intensidad que se le administrara. Las operaciones cerebrales se hacían sólo con anestesia local pues el tejido del cerebro es insensible al dolor, esto permitía al paciente estar despierto durante la operación y comunicarle al médico lo que sentía con cada impulso eléctrico a fin de encontrar el área dañada.
En el mapa se muestran partes del cuerpo que tienen un mayor tamaño al que deberían en una persona normal. Ésto se debe a que en la corteza cerebral el espacio correspondiente a cada órgano está definido por la sensibilidad del tejido y no por su tamaño.
El mapa cerebral ayudó mucho a los neurocirujanos porque hasta hace unos años, la única forma de saber que parte de la corteza del cerebro estaba dañada era utilizando pequeños impulsos eléctricos, que utilizados en diferentes regiones del cerebro hacían que el paciente tuviera diferentes sensaciones dependiendo del grado de intensidad que se le administrara. Las operaciones cerebrales se hacían sólo con anestesia local pues el tejido del cerebro es insensible al dolor, esto permitía al paciente estar despierto durante la operación y comunicarle al médico lo que sentía con cada impulso eléctrico a fin de encontrar el área dañada.
Imagen tomada de fisiomonica-ms.blogspot.com |
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